martes, 13 de diciembre de 2011

#Branding y la estabilidad de la Imagen de #Marca

El departamento de Branding exige contener entre sus tareas habituales la estabilización de una Imagen de Marca en todos los ámbitos de gestión de procedimientos que construyen la interactividad en todos los puntos de encuentro con los grupos de interés, sus armas más potentes son los empleados que gestionan la Cultura que se comunica y transmite y son los empleados y sus condiciones de trabajo, el caballo de batalla más débil que deja la Imagen Corporativa a su cargo.

Las herramientas de trabajo creadas por el Brand Team Building con Recursos de Ocio, ofrecen garantías de éxito habiendo sido ampliamente trabajadas y puestas a prueba en infinitas ocasiones por equipos artísticos a los que nunca se les ocurrirá llamar a sus fans, clientes y sin embargo, son clientes de un Valor Funcional que es generado, sin perder de vista que el Valor Emocional y el Valor de Responsabilidad Social, tienen la misma importancia que el producto o servicio que ofrecen.  Un equipo artístico siempre prestara una atención especial a todos los elementos que conforman la significación compleja que se manifiesta en un signo y son expertos en transformar estos signos en retos atractivos que son adquiridos por todos los miembros que sus equipos, mientras les  capacita y llena de habilidades  para que cualquier persona que se acerque interesada en el Valor Funcional termine comprometiéndose más allá de donde se es capaz de prever a la consecución exitosa de aquello retos inicialmente propuestos.  Ellos consiguen unión allí donde la Imagen Corporativa potencia la desunión obteniendo resultados máximos de éxito que termina manifestándose en una historia común que les permite generar tendencias culturales que aglutinan gran cantidad de personas altamente comprometidas con el movimiento que generan. Los equipos artísticos crean y consiguen unión con todas las partes interesadas en el Valor Funcional, de forma tan eficiente y eficaz, que cualquier departamento de Marketing queda siempre deslucido ante sus éxitos.

Los equipos de trabajo que se crean para vivir en espacios escénicos, son capaces de transformar cualquier pequeña idea en una pieza formal, que es capaz de contener todo el Valor emocional de sus miembros para lograr transformar, estos dos valores, en un objetivo común que está provisto de una promesa de mejora en todo lo que toque capaz de implicar a la acción por superar el reto propuesto. Ellos siempre se enfrentan a la tarea de forma constructiva y son capaces, desde el más importante, hasta aquel que ejecuta una tarea que no presenta importancia real en ese momento de funcionar armónicamente aportando soluciones creando contenidos específicos que convierten obstáculos en simples piedrecita colocadas a la vera de los caminos. Cualquiera de ellos está entrenado a conciencia y es capaz de reinventar e innovar en pleno diálogo con quien compra el producto hasta conseguir que las incongruencias puedan ser salvadas dejando espacio a nuevas asociaciones de ideas contrapuestas. Ellos consiguen fans, allí donde la Imagen Corporativa solo consigue clientes, más o menos, enfadados que a medida que nos adentramos en la era de la información, en realidad, se han transformado en el público alborotador, irreverente y capaz de aportar, aún viviendo solo en la platea, soluciones que la Imagen Corporativa no puede escuchar porque desestructura todas las estrategias que ofrece Marketing, ahora convertido en rey que no puede entender la evolución hacia una era de la información que ya no participa ni cree en la era Industrial.

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